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Alemania saca a la luz los abusos a 50.000 niños en orfanatos
Juan Gómez
. El País, 13-12-2010 (fragmento)
Los menores sufrieron palizas, humillaciones, asaltos sexuales y trabajo forzado

Los abusos tenían método. Aquella forma de educar, conocida en alemán como "pedagogía negra", iba todavía mucho más lejos que los castigos físicos considerados aceptables hace 60 años. Es imposible saber cuántos de los casi 800.000 niños que pasaron por orfanatos alemanes entre 1950 y 1975 sufren aún las secuelas de las palizas, los escarmientos humillantes o los largos aislamientos en cuartos sin ventanas que les infligieron sus tutores. Les daban tranquilizantes mezclados en la comida para que no molestaran. Les obligaban a trabajar en el campo o en las lavanderías para financiarse. Un informe que ha estudiado los casos estima ahora que unos 50.000 de esos menores sufrieron palizas, humillaciones y abusos sexuales.

La Comisión de peticiones del Parlamento federal (Bundestag) escuchó a decenas de víctimas a partir de 2005. Entonces, la Conferencia Episcopal alemana y las iglesias evangélicas hablaban de "casos aislados" y lamentables. Medio millón de aquellos niños pasaron por orfanatos de las iglesias. En 2008 se instituyó una mesa redonda que se ha dedicado a analizar los casos y que hoy presentará en Berlín las conclusiones de su trabajo. La primera conquista de las víctimas fue el reconocimiento público de que los maltratos que sufrieron seguían una pauta. Tanto el Estado como las distintas iglesias, que debían haberse hecho cargo de su tutela y de su formación cuando eran niños, les negaron a menudo el amparo y la dedicación debidas.

Los abusos en orfanatos se ocultaron durante años. Un asunto desagradable para las víctimas y para las instituciones implicadas, porque los niños pobres, huérfanos o abandonados, son los miembros más desamparados de la sociedad. Un fracaso estrepitoso en su custodia y socorro que revela graves carencias en el sistema de ayuda social; el mismo que muchos llevan décadas tachando de "opulento" o "despilfarrador".

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