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El hombre al que 'robaron' hace 47 años: "No sabían si estaba vivo o muerto"
EP / La Vanguardia, 4-12-2012
Quique, el onubense de 47 años que sospechaba ser un bebé robado en 1965 -año en el que nació en un hospital del norte de España- y que ha encontrado a su madre biológica a través del banco genético de Neodiagnostica, donde depositó su ADN, ha relatado este martes su historia ante los periodistas y ha incidido en que a su madre las monjas que la atendieron "no le dijeron nada sobre el bebé, si estaba vivo o muerto, sino simplemente salió del hospital tras firmar un papel para poder ver a su novio -el padre de Quique- y ya no la dejaron entrar".

En rueda de prensa en Huelva, visiblemente afectado y rodeado por los miembros de la Asociación SOS Bebés Robados de Huelva, que aglutina a las familias afectadas por estos casos, Quique ha indicado que su madre le contó en su primer encuentro que tras dar a luz, "al ser madre soltera, compartía habitación con más mujeres a las que solo les dejaban ver a sus hijos para amamantarles". Tras ello, tuvo que firmar un papel para poder ver a su novio, el padre de Quique, pues no estaba casada, "y ya no pudo entrar más en el hospital por lo que nunca llegó a saber nada de ese niño", es más cuando lo intentó una monja le dijo que "no eran rosquillas para ir a pedir niños allí".

Este hombre, casado, con dos hijos en la actualidad y residente en Huelva, ha relatado que el encuentro con sus padres biológicos y con su hermana tuvo lugar hace dos semanas, cuando las pruebas de ADN dieron positivo, encuentro en el que su madre, "muy afectada psicológicamente", le contó esta historia.

Quique, quien ha preferido ocultar sus apellidos y el de su familia biológica así como su lugar de origen y en el que se crió, un municipio de Huelva, ha asegurado que tuvo "una infancia muy feliz" y que comenzó a investigar su pasado cuando sus padres adoptivos, de los que conservará su apellido, fallecieron, los cuales nunca le ocultaron que había sido adoptado y de los que está seguro que "no sabían que el proceso había sido irregular".

En este punto, ha incidido en que la principal pista para encontrar a su familia biológica la halló por "un descuido" del funcionario que puso el nombre y apellidos de su progenitora en los documentos y por la Ley de adopción de la época no era obligatorio ponerlo. Tras desmentir que sus padres adoptivos pagaran cinco millones de pesetas por acogerle, Quique ha indicado que los documentos sobre su nacimiento son "muy confusos", así como que fue una tercera persona residente en Huelva la que tramitó toda la documentación para que él llegara a esta provincia.

Por todo ello, señala que se siente "engañado" no por sus padres, sino por el proceso, ya que "personas han comercializado con vidas y con la iglesia por medio". "El encuentro con mis padres biológicos ha sido algo tremendo porque creíamos que no nos íbamos a ver nunca y el proceso se ha acelerado de un día para otro", ha enfatizado Quique, y se ha mostrado muy agradecido con la asociación.