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 Los derechos humanos. Teorías y definiciones
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Derechos y deberes
 José Antonio Marina.
Crónicas de la ultramodernidad. Editorial Anagrama. Barcelona, 2000 (p. 232, 239, 241)
Les avanzaré algunas nociones básicas de la ética que defiendo:
l) La noción de "derecho" es la noción central de la ética, no solo del derecho. La noción de "deber" es posterior y se funda en ella.
2) Nuestra cultura sufre un olvido genealógico. No tiene en cuenta que los derechos son una construcción precaria, que no se sostiene por sí sola.
3) Convendría elaborar una pedagogía de los derechos, que eliminara ese olvido y que, de paso, volviera a situar los deberes en nuestro horizonte vital.

[...]

El ser humano estaba dotado de propiedades reales, pero ahora estamos hablando de una posibilidad que ha sido concebida, inventada y parcialmente realizada por la humanidad. Gracias al hombre ha aparecido en el universo una flor rara y vulnerable: el derecho. Como todos los proyectos creadores, éste también tiene que atenerse a determinadas constricciones. Es imposible construir sin comprobar la consistencia del terreno, escribir sin reglas sintácticas, lanzar aviones sin combustible, construir puentes sin conocer la resistencia de materiales. Ahí aparecen los deberes. Son el envés de los derechos. Son las torres y los cables de los que cuelga el puente y que permiten al puente su vuelo suspendido.

[...]

Ya lo saben: si los derechos fueran propiedades reales, como lo son las fuerzas físicas, la estructura de la materia, la dinámica química, funcionarían con independencia de lo que los humanos hiciéramos. Pero nada de esto sucede. Los derechos son un proyecto de humanidad mantenido en alto esforzadamente, y no cobijaría a nadie si no estuviese mantenido por alguien. Los derechos no tienen una existencia independiente en no se qué brillantísimo cielo platónico: son una insegura tienda de campaña que protege a los hombres sólo mientras alguien sostiene las lonas levantadas. Los derechos, como los aviones, sólo se mantienen en vuelo mientras el motor continúa funcionando. Los deberes son el combustible de ese avión.
Sin embargo, vivimos el mediodía de los derechos y el crepúsculo de los deberes. Reivindicamos sin responsabilizarnos, lo que parece tan incongruente como querer ascender a una montaña deslizándose sobre esquíes.