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 La Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sugerencias didácticas
Artículo 5. Contra la tortura y los malos tratos
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Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles inhumanos o degradantes.
  • ¿Qué significa "trato cruel, inhumano o degradante"?
  • Buscar información sobre casos de torturas, procurando responder a las siguientes preguntas: 
    • ¿En qué países se tortura?
    • ¿Qué personas torturan? ¿Sólo agentes estatales o también grupos armados de oposición?
    • ¿En qué casos se tortura? Poner ejemplos.
    • ¿A qué personas se tortura? ¿Hay algún rasgo común entre las víctimas de la tortura? (origen étnico, extracción social, creencias, actividades desarrolladas...). Diferenciar la respuesta a nivel nacional o local, y a nivel internacional (global, por continentes, por regímenes políticos, por creencias religiosas...).
    • ¿La tortura también se da, en ocasiones, por parte de grupos mafiosos, con el fin de obtener determinados objetivos estratégicos?
    • ¿También se produce en el ámbito doméstico? ¿Quiénes son en este caso las principales víctimas?
    • Se habla bastante de los maltratos a las mujeres: ¿se da también el maltrato a niños y niñas en el hogar? Buscar información al respecto.
    • Buscar información sobre el maltrato a personas mayores y dependientes.
  • ¿Por qué se tortura, en los distintos casos? ¿Por qué motivos? ¿Con qué objetivos? ¿Hay algún denominador común?
  • Recientemente algunos países se han planteado la reintroducción de algunos tipos de tortura, argumentando que es un recurso imprescindible para luchar con eficacia contra la amenaza del terrorismo. ¿El uso de la tortura en este caso reduce el terrorismo o ayuda a incrementarlo? Incluso en el caso de que ayudara a reducirlo, ¿se debería admitir su utilización? ¿Por qué? (Estados Unidos y el Reino Unido, ambos en teoría firmes defensores de los derechos humanos, son dos de los países que se han planteado la utilización de la tortura en determinados casos).
  • ¿En alguna época o cultura no se ha recurrido a la tortura? ¿En alguna época o cultura su uso ha sido más general y abusivo? Buscar información al respecto.
  • Buscar información sobre los llamados "Juicios de Dios" de la Edad Media, en los que se pretendía determinar la culpabilidad o inocencia de un acusado mediante procedimientos absurdos y arbitrarios. ¿En qué consistían aquellos juicios? Exponer la propia opinión al respecto.
  • ¿Algún compañero o conocido es o ha sido maltratado en el ámbito escolar? ¿Por qué algunos niños, niñas o jóvenes actúan así con otros? ¿Cómo deberían reaccionar los compañeros/as en estos casos? ¿Tienen alguna justificación las conductas de este tipo?
  • Durante mucho tiempo los castigos físicos se han considerado legítimos, incluso necesarios, tanto en el ámbito escolar como familiar. ¿Son ejemplos de "tratos crueles, inhumanos y degradantes"? ¿Hay personas que todavía defienden su utilidad?
  • ¿Una bofetada es un trato cruel y/o degradante?
Propuesta incluida en los "Materiales para la educación en Derechos Humanos", Ararteko, 2000:
Debate sobre la tortura

Leer de manera individual el texto adjunto y luego, una vez contestadas las cuestiones que se plantean, organizar un pequeño debate en la clase sobre la tortura, a partir de las respuestas dadas por el alumnado. Se sugiere dedicar un tiempo a preparar el vocabulario para su mejor comprensión.

Texto: el argumento moral
Extractos de informes de Amnistía Internacional

Los apologistas de la tortura insisten en general en el clásico argumento de la eficiencia expeditiva, por el cual las autoridades pretenden justificar los sufrimientos, repudiables pero “necesarios”, de una persona, con la noción de que se le infieren con el único propósito de defender un bien superior, como es el de la mayoría. En esta apología se ignora el hecho de que la mayoría de las víctimas de la tortura, incluso en países en pugna civil muy extendida, no tienen ninguna información secreta que revelar acerca de los grupos de oposición violentos. Se les tortura ya sea para extraerles confesiones o como severa advertencia de no oponerse al gobierno.

Aunque se pudiera demostrar que la tortura es eficaz en algunos casos, no podría nunca aceptarse como permisible. La tortura, independientemente del propósito que con ella se persiga, es una agresión calculada a la dignidad humana, y ya por esa sola razón merece una condena absoluta. Nada niega más nuestra común condición humana que el hecho premeditado de causar dolores y humillaciones, injustificados e injustificables, a un cautivo indefenso.

Desde el punto de vista de la sociedad, el argumento de torturar “sólo por esta vez” es insostenible. Una vez que se justifique y permita la tortura con el propósito, más limitado, de combatir la violencia política, su campo de aplicación se ensanchará, de manera casi inevitable, alcanzando a sectores cada vez más amplios de la sociedad. Los que torturen una vez seguirán haciéndolo, animados por la “eficacia” del procedimiento para obtener la confesión o la información que desean, independientemente de la validez de su contenido. Tales funcionarios defenderán, dentro del aparato de seguridad, la necesidad de extender la tortura a otros centros de detención. Es posible que formen grupos selectos de interrogadores, para perfeccionar las normas de su aplicación, y que desarrollen métodos que permitan ocultar sus efectos más evidentes. Esgrimirán nuevas razones y necesidades que la justifiquen, cuando se manifieste agitación en el seno de determinados sectores sociales. Lo que se iba a hacer “sólo por esta vez” se convertirá en una práctica institucionalizada, que socavará los principios morales y jurídicos contrarios a una forma de violencia que podría afectar a toda la sociedad.

Por lo que se refiere al Estado, y si profesa defender la justicia, su deber es proscribir la tortura. Ésta subvierte el dogma fundamental del justo castigo: pena prescrita para delito probado. Si un gobierno se atiene al imperio de la ley, la tortura debe prohibirse: las más de las constituciones nacionales, así como el derecho internacional, tanto en tiempo de guerra como de paz, la prohíben de manera explícita. 

Cuestiones
--Busca en el diccionario las palabras que no entiendas.
--Resume con tus mismas palabras el contenido del texto ¿Sus argumentos defienden el artículo 5 de la Declaración?
--Di si en los siguientes casos se puede decir que se aplica la tortura:
   -un chaval le da una paliza a otro porque quiere que le deje su balón;
   -un policía detiene a un hombre de color, y antes de ponerle las esposas le da unos puñetazos;
   -una mujer está ingresada en el hospital porque su compañero sentimental no acepta que ella quiera romper su relación y lo demuestra agrediéndole.
--¿Estás de acuerdo con el argumento esgrimido por los apologistas de la tortura de que todo vale por el bien de la mayoría? ¿La democracia es la imposición de las mayorías sobre las minorías o es también el imperio de la Ley? ¿Y la justicia de las leyes es función de que estén refrendadas por la mayoría o es función de su moralidad intrínseca? ¿La ley y la ética pueden ser cosas opuestas?
--Tortura no es únicamente hacer daño físicamente a alguien. Existe también la llamada tortura psicológica. ¿Puedes dar algún ejemplo de este tipo de tortura?
--En la TV se ven muchas películas violentas, donde se argumenta que los “malos” pueden ser torturados por los “buenos ” y por lo tanto los “buenos ” pueden saltarse la ley, ya que sabemos a priori que efectivamente los "malos" son culpables y por lo tanto se merecen cualquier castigo, aunque sea ilegal ¿Te parece correcto este razonamiento?

Materiales complementarios
Consulta en el apartado de materiales complementarios los distintos recursos disponibles.


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