Este conjunto de actividades basadas en la utilización del movimiento creativo, la expresión corporal y la dramatización tiene el objetivo de facilitar la sensibilización y la educación en derechos humanos en el aula, favoreciendo la expresión de ideas y sentimientos y enseñando a trabajar la resolución de conflictos mediante el diálogo y la empatía.

Se proponen diferentes recursos basados en las siguientes dinámicas:

• Mimo. Representación (preferentemente breve para mantener el interés del alumnado), en la que los personajes sólo se expresan con gestos. Su lenguaje simbólico y condensado le confiere una gran capacidad de transmitir ideas y emociones.
• Teatro formal. Representación de una obra de teatro o de una escena o fragmento (según el tiempo disponible). El objetivo principal es que, mediante las fases de preparación y de representación, se aprenda a trabajar en equipo de cara a un objetivo final común, en este caso al servicio de los valores que se quieren reafirmar.
• Juego de rol o role playing. Presentación de una situación o caso concreto, haciendo que la escenifique parte del alumnado representando roles determinados. Es una actividad menos estructurada que el teatro formal y, a diferencia de éste, es más importante el proceso que el resultado. Más información, anexo 1.
• Dramatización creativa. Variante del juego de rol, menos formal. Un componente diferenciador importante es la repetición de una escena para incorporar sugerencias que la enriquezcan. Otra diferencia es que se acostumbra a trabajar sin público, para permitir que los alumnos/as se concentren y actúen sin tener en cuenta factores externos.
• Simulacros o juegos de simulación. Instrumentos de aprendizaje que permiten situar a los alumnos/as en una circunstancia en la que han de desarrollar recursos y estrategias. Las normas que regulan los juegos de simulación están muy bien determinadas. Más información, anexo 2.
• Danza, creación de coreografías. Representación bailada a partir de la lectura de un texto o de la audición de una canción. En el caso de la lectura, algunos alumnos/as pueden acompañarla con música (de percusión, o con algún otro instrumento del que se disponga), para destacar contenidos o movimientos.

En la página principal de este apartado están los enlaces a cada una de les actividades.

Evaluación
En cada recurso se especifica concretamente cómo evaluarlo.
Aquí se facilitan algunas indicaciones generales:

• Al acabar la actividad es importante reservar un rato para la evaluación, para analizar lo que se ha hecho y cómo se ha hecho.
• Cuando la actividad se haya alejado demasiado de los objetivos perseguidos, es importante, si es posible, dar la oportunidad de repetirla.
• Es importante que todo el mundo participe en las diferentes fases de la evaluación, con independencia del papel que cada uno haya tenido durante el desarrollo de la actividad.
• La evaluación se puede iniciar, por ejemplo, pidiendo en primer lugar la opinión de quien haya hecho de público (si lo ha habido), después la de aquellos que han intervenido directamente y, finalmente, si se considera oportuno, puede intervenir el profesor/a.
• Después de las intervenciones iniciales se puede abrir un debate, en el que es importante que participe todo el mundo.
• La evaluación tiene que contemplar tanto los aspectos emocionales (cómo se han gestionado las emociones, los problemas que han desencadenado...), como los racionales (las estrategias utilizadas para conseguir los objetivos).
• Es necesario dejar claro que no se trata de juzgar, sino de exponer las opiniones o emociones resultantes del desarrollo de la actividad (unas opiniones o emociones que no tienen porque coincidir, ya que son subjetivas).
• Se debe enfocar de manera que les intervenciones se centren preferentemente en lo positivo; en este sentido, se deben incentivar las intervenciones del tipo “me ha gustado lo que has dicho/hecho sobre...”.
• Si hay aspectos negativos, se deben positivizar, buscando la alternativa que permita su superación.
• A veces es mejor fijarse en pocos aspectos, o en uno sólo, porque es difícil prestar atención a todo.
• Hay que ser concreto y específico, evitando las divagaciones o las intervenciones que se alejen de los objetivos de la actividad.
• Otros aspectos que se pueden evaluar:
• ¿Se ha demostrado espíritu de colaboración durante las diferentes fases de la actividad?
• ¿Se ha sabido trabajar en equipo, haciendo aportaciones positivas?
• ¿Se ha demostrado creatividad? ¿Se ha puesto esta creatividad al servicio del trabajo del grupo?
• ¿Se han aceptado los comentarios que se hayan hecho relativos al propio trabajo en la actividad?
• Dentro de la evaluación debe tener un espacio específico la reflexión sobre los valores o derechos sobre los que se quería trabajar:
• ¿Eran lo bastante explícitos dentro del conjunto de la actividad?
• ¿Se habrían podido plantear de otra manera más adecuada? ¿Cuál?
• ¿Su presentación era efectiva para promover una reflexión personal sobre estos valores?

Anexo 1. Información sobre los juegos de rol o role playing
El juego de rol en vivo es una modalidad de juego de rol, realizado en este caso de forma presencial. Puede incorporar aspectos de una interpretación teatral (sin ningún complemento o con decorados, vestuarios, etc.). Fuera de este aspecto presencial, tiene las mismas características que el resto de juegos de rol.

Definición de juego de rol:
-- Representación o juego en el que los participantes adoptan unos roles determinados, predefinidos, a partir de los cuales van creando una historia. Se diferencia de una obra de teatro porque no hay guión, sólo personajes con características determinadas. En realidad, es la versión adulta de juegos infantiles del tipo "Ladrones y serenos", "Indios y vaqueros" o "Madres y padres".
-- Tiene un importante componente de improvisación, en la medida en que los personajes deben ir reaccionando a las diferentes situaciones a medida que se van produciendo. Es también, naturalmente, un juego colectivo, ya que no se puede jugar solo (a diferencia de un monólogo teatral).
-- Según la complejidad del juego, puede contemplar también más o menos reglas que regulen su desarrollo y el papel de un narrador o director, encargado de supervisar el desarrollo y, si es preciso, dirigir algunos aspectos; no obstante, se ha de preservar siempre el espacio para la improvisación.

Características de los juegos de rol relacionadas con actitudes y valores:
-- Planteados adecuadamente, favorecen el desarrollo de la empatía y la tolerancia, en la medida en que los participantes se tienen que poner en el lugar que les asigna el rol que representan (tal vez contrario a sus propios principios).
-- En la medida en que no son juegos competitivos e implican la resolución de conflictos, fomentan la socialización y la cooperación.
-- Fomentan la toma de conciencia del alcance de las propias decisiones, en la media en que se comprueban sus consecuencias.

El juego de rol en el aula:
-- En este caso el juego de rol es como una pequeña obra de teatro que se representa ante la clase. En general es improvisada y puede representarse como un relato (con un narrador y algunos personajes principales) o como una situación en la que los personajes interactúan, improvisando el diálogo, a veces con la participación del profesor/a y del resto de la clase. Los juegos de rol en el aula tienen un valor especial de cara a sensibilizar al alumnado respecto a los sentimientos y las perspectivas de otros grupos y la importancia de ciertos problemas.
-- Conviene que los juegos de rol sean breves. Hay que disponer de tiempo suficiente para el debate que se realizará después: es fundamental que los alumnos/as puedan expresar libremente sus sentimientos, temores y opiniones después de la actividad con el fin de aprovechar al máximo las lecciones más positivas y disipar las sensaciones negativas que se hayan podido experimentar.
-- El profesorado debe procurar que los alumnos/as no se identifiquen demasiado con su papel.
Conviene que los participantes mantengan una cierta distancia con el papel que ocupan, haciendo por ejemplo observaciones o preguntas. El resto de la clase tiene que tener la oportunidad de hacer observaciones y preguntas e, incluso, de participar en la representación.

Anexo 2. Información sobre los simulacros o juegos de simulación
Los simulacros o juegos de simulaciones son aquellos juegos caracterizados por un conjunto de normas que reproducen y regulan una realidad ficticia (inspirada o no en situaciones reales), en el marco de la cual los participantes han de ir tomando las decisiones correspondientes para conseguir los objetivos propios de cada juego. Son juegos muy pautados; un buen ejemplo de juego de simulación (en este caso de sobremesa) sería el Monopoly.

La diferencia más grande con un juego de rol es que el juego de simulación está mucho más estructurado. No obstante, en algunos casos la diferencia puede no ser clara, y se pueden dar casos de actividades o juegos que estén a caballo entre ambos tipos de propuestas. Con independencia de esto, su utilización como instrumento didáctico en el aula tiene, como el juego de rol, un gran potencial, en la medida que son juegos de relación y por tanto son un buen marco para trabajar valores como la empatía, la colaboración, la negociación, el pacto, el alcance y la responsabilidad de las propias decisiones, etc. Son, en consecuencia, una herramienta muy adecuada para trabajar la resolución pacífica de conflictos.

Los juegos de simulación tienen una larga tradición que confirma su eficacia como instrumento didáctico. Inicialmente se utilizaban para enseñar táctica militar (parece que a finales del siglo XVIII el ejército prusiano ya los utilizaba). De este tipo de juegos de estrategia militar, utilizados para presentar modelos bélicos, con sus movimientos de tropas, ataques, retiradas, etc., han derivado los modernos juegos de estrategia (no sólo militares), estrictamente lúdicos o creados para su utilización, por ejemplo, en el mundo empresarial o educativo.

Los juegos de simulación vinculados a un determinado objetivo académico se pueden aplicar en el aula de diferentes maneras, combinables entre ellas: como juego motivador y de presentación del tema que se quiere tratar, como juego de aplicación de los aspectos a tratar a medida que estos se van trabajando, como juego de síntesis, una vez finalizado el trabajo, para favorecer la interiorización de los aspectos teóricos y, si acaece, buscarles aplicaciones prácticas. Otra forma más sencilla es su presentación como actividad independiente, para trabajar de manera puntual un aspecto concreto.
 

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