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Historia de la infancia

Un círculo vicioso. Las limitaciones de los adultos limitan a los menores


El ser humano recién nacido es el ser más frágil y dependiente de todos los seres existentes. Pasan muchos años antes de que éste sea capaz de valerse por sí mismo. Durante estos años, el grado de satisfacción de sus necesidades físicas y emocionales determina su correcto desarrollo, expandiendo sus potencialidades.

A lo largo de la historia, generaciones de madres y padres se han ocupado, con mejor o peor acierto, de sus hijas e hijos. Los progenitores pueden actuar condicionados por partida doble. Por un lado, por la pobreza y la falta de recursos materiales. Por otro, por la ignorancia, por las limitaciones de su propia cultura, por absurdos prejuicios y supersticiones, adquiridos durante su propia infancia.

A estas limitaciones se añade otra: las madres (y los padres) tienen que adquirir sus habilidades como tales a marchas forzadas. No sirve de nada ser un excelente padre o madre cuando los hijos ya son adultos, o aprender a tratar un niño de dos años cuando ya tiene diez.

"El ser padres no nos dota ni con los conocimientos ni con la habilidad que se necesitan para formar jóvenes confiados en sí mismos, emocionalmente estables, y capaces de vivir como personas que funcionan plenamente y desarrollan existencias significativas. (...) La mayoría de nosotros hace todo lo que puede; muchas veces, por desgracia, eso no significa otra cosa que dar vueltas y vueltas sobre las mismas equivocaciones. Por otra parte, tanto nosotros como nuestros hijos tenemos que vivir con el producto de nuestros errores involuntarios, errores éstos que tenderán a transmitirse a las generaciones futuras. Así pues, todos sufrimos en alguna medida las consecuencias de aquella omisión de nuestra cultura."
Dorothy Corkille Briggs. El niño feliz. Gedisa. Barcelona, 1997
Las sociedades también han de hacer su aprendizaje en relación a la infancia. Primero, han de descubrir que los menores tienen necesidades específicas; luego, han de buscar la mejor manera de satisfacerlas; finalmente, han de divulgar y generalizar los hallazgos. Por esto los avances suelen ser tan lentos.

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