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"Creen que si fornican con niñas sanarán"
Anuradha Koirala
(entrevista de Ima Sanchís). La Vanguardia, 7-10-2005
Tengo 54 años. Nací y vivo en Katmandú (Nepal). Estoy licenciada en Letras. Fui ministra de Bienestar Social de mi país. Estoy casada y tengo un hijo. Creo en la democracia. Soy hindú. Fundé y presido la asociación Maiti Nepal, que rescata a niñas de la prostitución. He venido invitada por nuestros colaboradores Amics del Nepal
Cada año cerca de un millón de niñas y mujeres son introducidas en el tráfico sexual, la mayoría son analfabetas raptadas o engañadas por los proxenetas. En los burdeles son forzadas a tener relaciones sexuales con más de veinte hombres al día. Transcurridos algunos años de esclavitud sexual, el 80% ha contraído el sida. La señora Koirala fundó Maiti Nepal en 1993 para rescatar a las niñas nepalíes enviadas a burdeles de Delhi, Calcuta y Bombay. En estos momentos tienen acogidas a 5.000 niñas y mujeres, les dan cobijo, educación, sanidad y algo de dinero. Desde que hace nueve años estalló la revuelta maoísta, el número de huérfanos va creciendo, a la vez que el tráfico de niñas. "La presión internacional es básica para que este problema se establezca como prioritario"
- ¿A qué tipo de familia pertenece usted?

- Mi padre fue coronel del ejército indio. Tengo cuatro hermanos y una hermana, pero nos educó a todos por igual, lo que en mi país es muy, muy raro.

- ¿Cuál es la situación habitual de la mujer en Nepal?
- Somos ciudadanos de segunda y muchas mujeres desconocen sus derechos: votar, acceso al control de natalidad y educación. Sólo un 30% recibe educación. En Nepal, si tu hijo no es reconocido por su padre, no tiene acceso a pasaporte ni DNI. No existe.

- Entonces, ¿qué ocurre con los hijos de madres solteras?
- No hay.

- Entiendo.
- Incluso en las ciudades, aunque marido y mujer trabajen juntos, cuando llegan a casa ella le quita los zapatos. Cuando una mujer enviuda, y hay viudas de 16 años, no puede volver a casarse y debe guardar luto toda la vida. La mujer debe servir al hombre.

- ¿Usted lo ha hecho?
- Sí. Las mujeres servimos la comida y somos las últimas en comer. Cuando una nepalí tiene la menstruación, sobre todo en zonas rurales, no puede tocar agua ni comida, ni tampoco a los hombres. En la parte oeste a las menstruantes se las relega al establo con la vaca; sólo pueden salir para lavarse antes del amanecer y durante la noche.

- ¿Cómo en un país así llegó a ser ministra de Bienestar Social?
- Debido a las revueltas de los comunistas, el rey tomó el poder y me eligió como ministra.

- ¿Y qué tal le sentó a su marido?
- No le gustó que trabajara y menos en temas relacionados con los derechos de la mujer. Vivimos separados, y mi marido ya tiene otra mujer.

- ¿Cuándo y por qué tomó conciencia de la situación de las niñas en Nepal?
- Yo soy profesora y siempre he estado a favor de la educación de las niñas. Cuando en 1990 Nepal pasó de ser una monarquía a una democracia, se empezó a abordar el tráfico sexual. Pero las reuniones se hacían en hoteles de cinco estrellas, bien alejados de la realidad. Decidí formar grupos de periodistas, jueces, abogados y parlamentarios y enseñarles la realidad de distrito en distrito y de pueblo en pueblo.

- Cuénteme qué vieron...
- Las niñas no van al colegio, los padres consideran que como se van a ir con otra familia cuando se casen, han de trabajar duro hasta ese momento. Constatamos que en los pueblos había muy pocas niñas y cuando preguntamos por ellas nos dijeron que se habían ido a trabajar a la ciudad. No tenían noticias de las niñas desde hacía tres o cuatro años.

- ¿Y les parecía normal?
- Les explicamos que sus hijas podían haber sido raptadas y enviadas a India, que debían avisar a la policía. Pero nos miraron como si estuviéramos locos, el tráfico sexual no se denuncia. De 4.000 pueblos que hay en Nepal, sólo en uno eran conscientes de adónde habían ido a parar sus hijas.

- ¿Niñas de qué edad?
- Los indios creen que por tener relaciones sexuales con una niña se van a curar de sus enfermedades: cuanto más joven es la niña, antes te sana y más poder tiene. En el tráfico de niñas las edades mejor pagadas están entre los 6 y los 11 años.

- ¿Y los padres adónde se piensan que van con seis años?
- A tejer alfombras. Muchos traficantes los engañan con esa opción o la del trabajo doméstico en la ciudad.

- ¿Ha visitado los burdeles de Bombay?
- Sí, y los de Calcuta y Delhi. Voy a rescatar a estas niñas.

- ¿Cómo viven?
- En cinco metros cuadrados hay tres hileras de literas en las que trabajan las niñas. Así que en la habitación están ellas, los clientes y si tienen hijos los esconden debajo de la cama. Trabajan desde las once de la mañana hasta las tres de la madrugada. Cada niña suele atender de 15 a 25 clientes diariamente. Les dan una comida al día. A las más pequeñas las esconden en agujeros excavados en la pared ante las posibles redadas.

- ¿Y si se ponen enfermas?
- Jamás acuden a un hospital. Si se quedan embarazadas, lo que ocurre con mucha frecuencia, llaman a un curandero que les practica el aborto y al cabo de una hora las chicas ya están trabajando. Sólo pueden lavarse una vez a la semana y en las habitaciones no hay ventilación.

- Suena a cuento de terror.
- Lo sé, parece mentira, pero es real. Es fácil que contraigan tuberculosis o sida, entonces las dejan en la calle. De todas formas a partir de los 20 o 25 años ya no sirven y las echan.

- ¿Qué futuro les espera?
- La mayoría vuelve a su pueblo de origen, pero en muchas ocasiones la familia las rechaza. Mueren muy jóvenes.

- ¿Cómo trabajan ustedes?
- Tenemos agentes infiltrados, van de clientes a los prostíbulos, hablan con las chicas, contactan con las familias y vuelven con una foto a buscarlas, así las chicas tienen la seguridad de que el agente no es otro proxeneta.

- ¿Cuántas niñas tienen acogidas?
- En Katmandú tenemos a 500 y en todo Nepal a 5.000. Tenemos 29 centros de acogidas, uno para niñas de la calle, otro para niñas rescatadas de los burdeles y un hospicio para las mujeres cuya salud está muy deteriorada. A todas les damos formación, asistencia médica y apoyo económico.