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 Los derechos humanos. Teorías y definiciones
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La noción de los derechos humanos en la tradición de las principales religiones
In-Suk Cha.
Hacia una política de coalición sobre los derechos humanos [Los derechos humanos en el siglo XXI. Ediciones Unesco / Icaria Editorial. Barcelona, 1998, p. 70]
A pesar de la diversidad cultural, casi todas las sociedades en el Este y en el Oeste llevan consigo la complejidad de una cultura que engendra un interés por los valores inherentes al hombre. Ello se manifiesta en sus religiones. La religión es una forma que tiene el hombre de ser parte del Universo. Históricamente, la religión precede a la filosofía. Es una de las manifestaciones más elementales de la vida espiritual humana. Revela la relación del hombre consigo mismo, con el prójimo y con el Universo. Ciertamente, hay numerosas tradiciones religiosas vivas hoy en día a lo largo de Asia, y el núcleo de esas creencias es la importancia que se le da al hombre. Este hilo conductor común será la base general para desarrollar un texto general sobre cómo pueden aplicarse los derechos humanos.

En el budismo, la libertad y la dignidad provienen del esfuerzo del hombre y de su habilidad para ir más lejos del propio ego y del deseo del ser espiritual a partir del cual se podrá tener la capacidad de actuar con vistas a la bondad universal del mundo externo. La espiritualidad del hombre se convierte en el factor más importante para la noción de los derechos humanos.

En el islamismo, se dice que el hombre tiene una dignidad inherente en virtud del hecho de que es determinado por el Ser supremo a ser la criatura perfecta. Está dotado de libertad de acción. Se le permite tomar decisiones y cometer errores. El pensamiento islámico reconoce los derechos de los que el hombre es poseedor: la vida, la salud, la felicidad, la propiedad, etc.

Muchas de las enseñanzas católicas y protestantes tienen la idea de que todo hombre es creado igual ante los ojos de Dios, sin tener en cuenta su situación personal. En el cristianismo se considera que la esencia de Dios es el amor. Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza y le ha otorgado el deber de otorgar su amor divino a sus semejantes. El cristianismo enseña que el hombre debería mostrar solidaridad con el prójimo, que, como él, está creado a imagen y semejanza de

Dios. La imagen de Dios en el hombre es el signo verdadero de su dignidad e importancia.
En el confucianismo, el hombre se considera como lo esencial. No hay más fuente de principios que el hombre en sí mismo. El hombre encuentra las normas para vivir y comportarse en sí mismo. En este sentido el confucianismo se convierte en un tipo de humanismo. Lo que se cree que da a todos los seres humanos su humanidad es denominado jen, que es la fuente de todas las acciones humanas. Jen significa la benevolencia humana y el amor. Se atribuye a Confucio y a Mencio la idea del amor del hombre hacia sus semejantes.

Budismo, islamismo, cristianismo y confucianismo consideran al hombre como el centro sobre el cual han de edificarse los conceptos de los derechos humanos. A pesar de las diferencias entre estas doctrinas, todas son no violentas, y cada una de ellas intenta dar una enseñanza moral que dote al hombre de sentido y dignidad.