"A través del juego se puede llegar al diálogo y a la mediación entre la población de acogida y la inmigrante", argumenta Ester Sobies, una de las responsables de la entidad. Es por esto que los jóvenes que participan en esta iniciativa han puesto sobre la mesa de juego sus propias problemáticas.

Una chica inmigrante que pasea por la Rambla del Raval y con inquietudes sobre su futuro es la protagonista del vídeo juego, una especie de juego de rol conversacional en 3D. "Le preocupa si un chico catalán se parará a hablar con ella, el cambio constante de idioma según sea su interlocutor, del hindú o árabe de la familia, al castellano de los amigos o al catalán de la escuela, la convivencia entre diferentes culturas y el cambio constante de realidades y hábitos", explica Javier Rodrigo, que organiza el grupo de trabajo del vídeo juego.

El primer barrio en tener un videojuego de estas características ha sido el madrileño de Lavapiés. En este caso, "el protagonista es un chaval marroquí sin papeles que llega a Madrid", explica Rodrigo. También se está preparando uno en Figueres, que retrata las vivencias de un joven francés de origen magrebí que llega a la población.

Se prevé que el videojuego sobre el Raval esté finalizado a mediados de verano. Después, "se distribuirá a las entidades del barrio para que sirva como herramienta pedagógica", apunta Rodrigo, que tampoco descarta que se pueda descargar de forma gratuita a través de Internet.