Son muchos los chivos expiatorios que nuestra sociedad tiene para desembarazarse y redimirse de culpa ante los males que la rodean. Al parecer, nuestra sociedad es perfecta e idílica y todos los problemas dentro de la misma son causados por comunidades que no pertenecen a ella. Agentes externos que, como un virus, atentan contra "el sistema" y el equilibrio social.

Perfecto, en teoría.

Partamos de la base de que toda sociedad es un reflejo de ella misma. Un sistema violento y despiadado genera individuos violentos y despiadados. Y, retroalimentándose, las industrias generan productos del gusto de estos individuos. Productos violentos y despiadados. Así es como, al prender la televisión a las tres de la tarde, vemos violencia emocional en los llamados "Talk Shows" de Lía Salgado, por ejemplo. Así es como disfrutamos tan sádicamente de la lucha libre los fines de semana, nos reunimos cuando se sucede un accidente alrededor de un charco de sangre. Así es como las canchas se bañan de sangre cada vez que hay un partido. Y la lista podría continuar.

El caso es que todos estos elementos citados anteriormente son "socialmente aceptables" ya que pertenecen a la sociedad misma, son ingredientes imprescindibles del sistema. Un sistema que jamás se echaría las culpas a si mismo. Un sistema, una sociedad hipócrita. Y es por eso que se le hace necesario el uso de chivos expiatorios. Chivos expiatorios que no representen a la mayoría, actividades marginales, elementos que se consideran externos al "sentido común social" y conservador por naturaleza. Como los videojuegos.

Sigamos por el razonamiento que, salvo que se viva desnudo en el medio de la selva, totalmente incomunicado, nadie se puede considerar "fuera del sistema" y nadie puede acusar a nadie de vivir fuera de tal. Eliminemos entonces el factor "elementos dañinos externos del sistema" e identifiquémoslos como productos del mismo. Productos violentos, como nuestra sociedad. Hasta aquí queda claro que los videojuegos no son mas que un reflejo de la sociedad que los genera. Podría  decirse que es un circulo vicioso del cual el sistema no carece de culpa, sino que la tiene en gran medida.

Pero... ¿son los videojuegos un peligro social? No, en absoluto. Nadie por jugar videojuegos ha matado a nadie. Y nadie lo hará. Lo que pasa es que, si un asesino que juega a los videojuegos mata a alguien, no es culpa de la sociedad, la escasez de puestos laborales, el miedo a la propia seguridad, la falta de dinero, el entorno familiar, la violencia en las calles y otros tantos etcéteras, sino que es culpa de los videojuegos. Pero nadie dice nada de un asesino fanático del fútbol o del ladrón que te mata por cinco lucas en la calle. ¿Cuántas muertes suceden por día por culpa de la falta de trabajo, que impulsa a los individuos a matar o morir por unos pesos? ¿Cuántas muertes suceden por día por la culpa de la rivalidad de equipos de fútbol? ¿Cuántas muertes suceden por día por culpa de la intolerancia étnica? Ajá... ¿Y cuántas suceden supuestamente por culpa de los videojuegos? Van viendo el punto, ¿verdad?

Bien... pero hay mucho más. Se habrán dado cuenta de que usé muchas veces la palabra "supuestamente" cuando hice referencia a los "supuestos" hechos acontecidos por culpa de los videojuegos. Si, y bien adrede que lo hice. El caso es que, como dije con anterioridad, nadie ha matado a nadie por culpa de los videojuegos pero, es muy probable incluso, que estos entretenimientos digitales hayan evitado, en algún momento, que alguien haya perpetrado hechos de violencia. Son muchos los expertos en el mundo que se atreven a destacar el importante papel de los videojuegos, ya sean violentos o no, en el individuo, como uso terapéutico y desestresante.

Reconozcámoslo, la raza humana es violenta por naturaleza y esa agresividad necesita ser descargada  de una manera u otra. Nuestra idílica y perfecta sociedad descarga esta agresividad a través de hechos de explicita violencia. Nosotros como jugadores que somos, no tenemos la necesidad de golpear al compañero de al lado, cuando miles y miles de victimas dentro de nuestro televisor. Además cualquiera de nosotros tiene las suficientes neuronas para darse cuenta de lo que es fantasía y  lo que no. Aquellos que carezcan de este preciado "don" matará tanto viendo los Teletubbies como jugando videojuegos.

Los videojuegos también ayudan a desarrollar la inteligencia del individuo gracias a la cantidad  de estímulos que le presenta, y estos también ayudan a la a desarrollar la creatividad como los juegos en que tenemos que inventar música o hacer pistas para jugar carreras de autos.