"No estamos demonizando los videojuegos -explica Fernando García, uno de los coordinadores del estudio-. En su mayoría son válidos e incluso pueden servir para transmitir conocimientos. La cuestión es que los que más se venden no son los más recomendables para los menores". Para estos especialistas, al "esfuerzo" realizado por la industria para clasificar por edades la oferta de videojuegos es imprescindible sumar un papel activo de los padres en la selección de este tipo de entretenimiento. "Los padres tienen la responsabilidad de saber a qué juegan sus hijos, qué compran y durante cuánto tiempo juegan", concluyó el secretario general del Defensor del Menor, José Antonio Luengo. Para contribuir a que exista una mayor información, las tres organizaciones han publicado una guía de videojuegos, que desde ayer se puede consultar en internet (www.guiavideojuegos.es).

Curiosamente, los padres no suelen identificar el contenido del videojuego como un problema: a pesar de que más del 70% de los encuestados admiten que han discutido con los padres por este entretenimiento, sólo un 6% señalan que es por el tipo de juego, mientras que casi un 30% afirman que los conflictos giran entorno a la excesiva cantidad de tiempo que dedican a jugar.

Luengo relacionó este desconocimiento con la relativa novedad del fenómeno. "A diferencia de lo que pasaba hasta hace bien poco, los padres y las madres sabían en profundidad a que jugaban sus hijos porque eran juegos con los que ellos mismos se habían entretenido de pequeños", señaló.

La encuesta también pone de manifiesto la conciencia de buena parte de los escolares de que usan videojuegos violentos. Más de la mitad de los menores (57%) aseguró que en sus videojuegos "se daña, tortura o mata a personas".

Una proporción "minoritaria pero significativa" (14%), reconocen estar "enganchados" a algún videojuego. Más de la mitad de los escolares declaran que utilizan videojuegos pirateados. "Para ellos, es casi tan corriente copiar el juego como comprarlo", asegura el presidente de la asociación Protégeles, Guillermo Cánovas. En cuanto al tiempo empleado, un 16% señala que, entre semana, dedica más de una hora diaria a los videojuegos.

El estudio remarca además grandes diferencias entre sexos. Esta distancia entre niños y niñas se aprecia en prácticamente todos los apartados. Así, por cada chica que se considera "enganchada" a los videojuegos hay tres chicos y un 40% de las niñas admiten usar juegos violentes, frente al 74% de los chicos.

Cánovas reclamó mayor sensibilización para para que, en especial en las grandes superficies, los videojuegos para adultos no estén mezclados -como ocurre ahora- con los recomendados para menores de edad.